lunes, octubre 29, 2007

Todos los aviones menos uno


Antes de que las rutas comerciales flotaran por el aire, tenían nombre propio. El sur de Asia, por ejemplo, estaba entonces marcado por la Ruta de la Seda, que iba salpicando de riqueza, exotismo y nuevas ideas todo su recorrido. Entonces valía la pena levantar palacios por todas partes, porque todos los sitios estaban a mitad de camino de algún otro lugar.
Luego, todos los aviones menos uno nos hicieron olvidar los múltiples puntos que forman la solución a la distancia entre dos puntos. Y, desde entonces, todos nos bajamos del avión soñando con que alguien nos pida el dibujo de un cordero.